martes, 22 de junio de 2010




Bueno esta semana no ha podido salir nuestro cronista de cada semana; me ha tocado hacer la crónica a mí. Bueno ahí va eso.
Este domingo salimos del cuartel general a las 7.00 los coyotes: Alfonso, Raúl, Sergio, Toni, Juanca y el templario Titi. Nos pusimos rumbo hacia Granollers donde nos esperaba en el hotel Ciudad de Granollers David. Allí lo recogimos y nos fuimos dirección La Roca, para ir a nuestro destino: El Corredor.
Después de un rato de pedaleo y algún pique que otro en la subida ("cocheeee") coronamos El Corredor. Una vez allí nos pusimos a reponer fuerzas con unos bocatas y tomar el sol, ya que hacía buen día, y nos hicimos un par de fotos.



Por fin comienza el descenso por el gran cañón del Corredor, bajando con saltos, curvas cerradas y algún coche que otro... pero ya hemos llegado al final del descenso? ¡Qué rápido, ni nos hemos enterado!
Ahora nos queda unos kilómetros de llano y ya lo tenemos hecho. Haciendo unos buenos piques llegamos a Granollers y dejamos en el camino a David, nosotros seguimos un poco más hasta llegar a nuestro destino: Canovelles. Sólo son las 10:50 de la mañana y ya hemos llegado con 53 kms en las piernas.
Bueno eso es todo la semana que viene ya seguira escribiendo nuestro Capitán Fanegas, que él la escribe mejor.

domingo, 13 de junio de 2010

Sábado 12/06/10 Aiguafreda-Pla de la Calma
Otro fin de semana más hemos vuelto a quedar para realizar otra salida en BTT. Recuperados ya de la fabulosa aventura del Puigmal hemos intentado buscar hoy una ruta con algún aliciente especial y la hemos encontrado. Nos hemos dado cita David, Sergio, Raúl, Toni Domínguez, Toni Tena y Rafa en la estación de Renfe de Granollers-Canovelles, (posteriormente en Les Franqueses se ha unido al grupo también Natalio), para desplazarnos en el tren de las 7:00 hasta Sant Martí de Centelles-Aiguafreda. A las 7:20 aproximadamente llegábamos a nuestro punto de inicio y nos hemos puesto a rodar en dirección a la riera de Avencó. La primera impresión es que vamos a tener un día como el de la última salida: nos encontramos con una mañana fría y una niebla bien espesa. Entramos en Aiguafreda y cruzamos al margen izquierdo de la riera de Avencó, la cual, pronto pasa a ser la riera del Pujol.



Poco después del Pont de Picamena cogemos un camino a la der
echa por el cual comenzamos a subir en dirección al Pla de la Calma. La niebla nos sigue acompañando aunque poco a poco nos deja entrever los picos que nos rodean. Nos encontramos en la zona de les Vinyes del Clot, por la Serra de Picamena.



En constante subida vamos ganando altura casi sin darnos cuenta pues el desnivel nos es nada acentuado y el paisaje que vamos encontrando es digno de admirar. Al llegar a la altura dels Castanyers del Rector, la niebla ha quedado completamente por debajo de nosotros y podemos disfrutar de unas panorámicas impresionantes.



Por fin llegamos a la masía del Clot. Desde este punto (prácticamente a 1000 m. de altura) ya
podemos distinguir Montserrat, Sant Llorens del Munt y la Mola, els Cingles de Bertí y el Pre-pirineu y Pirineus. El día, además, se ha tornado radiante y disfrutamos de un espléndido sol.



Seguim
os nuestro camino y pasamos cerca de la ermita de Sant Cebrià de la Móra. Ahora el camino se vuelve algo más duro, aunque aún y así es muy llevadero. Pronto llegamos al Pla de la Rompuda, y alcanzamos otra masía llamada La Caseta y el Collet de la Font, desde donde las vistas son inmejorables, pues además ya comenzamos a divisar hacia el nord-este el Matagall. En cuestión de minutos nos encontramos en el Pla de Bassau, el cual ya pertenece al Pla de la Calma (a 1164 m. de altura).



Una vez en el Pla de la Calma decidimos llegar hasta la Casanova de Vallfornès para almorzar, así que seguimos rodando por el GR-5.2 en dirección al Pla del Cafè y al Pla del Ginestar. Finalmente llegamos al Collet de la Font del Ginebra (1271 m.) donde giramos a la izquierda por el camino que va hacia el Molar y el pueblo del Montseny. En el primer cruce giramos a la derecha y nos dirigimos hacia el punto donde hemos decidido hacer una parada par almorzar y prepararnos para el descenso.




Después de almorzar damos comienzo a un largo y vertiginoso descenso de prácticamente diez kilómetros de distancia, en una primera etapa hasta la masía de Vallfornès y en una segunda hasta Cànoves, pasando por supuesto por el pantano, que hoy estaba a tope de agua.



Una vez en Cànoves regresamos hacia Canovelles, pero lo hacemos por un camino algo diferente de lo habitual, cogiendo unas trialeras alrededor de Can Sala (en Corrò d’Amunt). Finalmente llegamos a Canovelles cuando todavía no son las 12:00 después de haber recorrido 45,82 km en 3h 30’ de pedaleo y de haber disfrutado de una salida más en compañía de los CoyotesBikers en un estupendo día primaveral.



Si quieres el track de la salida lo encontrarás en:

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=966122

sábado, 5 de junio de 2010



bado 29/05/10 Planoles-Pas dels Lladres-Planoles

Tal y como veníamos anunciando días atrás, éste fue el día elegido para intentar hacer una de nuestras salidas más esperadas: el ascenso al Puigmal.

A pesar de que varios serviciosblicos nos habían avisado de que probablemente encontraríamos nieve a cierta altura, el grupo de los CoyotesBikers formado por Alfonso, Toni, Dani, Sergio, Raúl, Víctor y Rafa nos dimos cita a las cinco de la mañana en el cuartel general de los coyotes. Colocamos las bicis en la furgoneta y nos repartimos en dos vehículos, para salir sin demora hacia Planoles.



Aproximadamente a las 7:30 llegamos a Planoles. Buscamos un buen aparcamiento para los vehículos y comenzamos todo el ritual de preparativos para la gran aventura: cascos, gafas, guantes, zapatillas con calas, impermeable al manillar, cámaras (de fotos, de vídeo, de ruedas…), GPS, cuentakilómetros, mapas, bocatas, bebidas (sin 0,0%), doping, etc…

Finalmente alrededor de las 8:00 estábamos preparados para comenzar a rodar.



Empezamos nuestra aventura por la C-17 dirección a Puigcerdà, pero antes de salir del mismo pueblo de Planoles nos desviamos a la derecha por un camino asfaltado en un principio que iba siguiendo el GR-11. Pronto nos dimos cuenta que esta salida no iba en broma. El GR resultó ser toda una aventura en sus primeros cinco kilómetros: vacas que no se apartaban del camino, vallas que salvar, ríos embravecidos por las últimas lluvias y nieves que cruzar, trialeras, rampas importantes. La llegada hasta Dorria fue más larga y dura de lo previsto, aunque el paisaje con estas primeras luces del día ya prometía.




Una vez en Dorria dio comienzo la única parte más relajada de la subida. Dejamos atrás el pueblo por unas pistas anchas que seguían el GR-11 y que nos fueron subiendo poco a poco mientras seguíamos admirados por el paisaje que se extendía a nuestro alrededor.

Poco antes de las diez de la mañana, tuvimos la primera y la última incidencia del día: Sergio pinchó, por lo que debimos hacer una parada parar cambiar la cámara. Una vez repuesto seguimos a buen ritmo por esta pista donde nos encontramos caballos, ovejas y unas instantáneas de postal.



Al llegar al Coll de la Creu de Meians dejamos el GR-11 y tomamos un sendero a nuestra derecha casi imperceptible, donde dió comienzo la parte dura de la salida. Para empezar, una subida a través de un prado de hierba verde, donde las ruedas se enganchaban al suelo como si estuvieran pegadas. Llegamos a la cruz (2009 m). y decidimos no almorzar todavía por que divisamos una increíble pared en el camino que decidimos afrontarla primero. Una vez hecho llegamos a un prado de hierba precioso salpicado de abetos donde decidimos hacer una merecida parada para almorzar.




Después del almuerzo, nos encontramos de todas formas con la segunda rampa importante del día, donde tuvimos que poner pie en tierra hasta llegar al Coll de Sant Salvador (2191 m.). Una vez aquí el terreno volvió a suavizarse y fuimos alternando nuestra ruta por suelo francés y catalán. Pasamos por el Pla de l’Ovella Morta, el Pla de les Salines y el Pla de Castelló, hasta que por fin llegamos a la Serra de Gorrablanc. Nos encontrábamos rondando ya los 2400 m. y tal y como nos habían avisado la nieve empezó a cruzarse en nuestro camino haciendo que en ocasiones debiéramos desviarnos de él para bordear las grandes clapas de nieve.

El camino volvió a recrudecerse. El paisaje había cambiado por completo y prácticamente no había vegetación, pero teníamos unas impresionantes vistas de todo el Valle d’Err (en tierras francesas).




Finalmente conseguimos llegar al Pas del Lladres (2547 m). Estábamos prácticamente rodeados de nieve y el camino por el que transcurría nuestra ruta estaba totalmente bloqueado por una inmensa clapa. Nos detuvimos a descansar y a pensar qué hacer. Al fin decidimos comenzar a bajar, ya que no teníamos muy claro por donde seguir, era tarde y había algunas nubes que amenazaban, además comenzó a hacer un frío helado típico de alta montaña. Nos preparamos para la bajada después de una extendida sesión de fotos.



Comenzamos la bajada de la Serra de la Vaquerissa , primero por un pequeño sendero que se adivinaba a través de una impresionante pedrera. Posteriormente empezó a aparecer la hierba y las piedras y desapareció el sendero, aunque una valla nos hizo de guía hasta llegar al Roc Blanc, donde encontramos un camino que posteriormente dio con una pista asfaltada, en el Collet de les Barraques, donde hicimos algunas fotos a la Serra de Montgrony y Planoles.

Seguimos nuestro descenso y pasamos por el refugio de montaña Corral Blanc. La bajada fue ahora rapidísima, llegando a alcanzar casi los 65 km/h, por lo que no tardamos en llegar al camping Can Fosses y finalmente a Planoles cuando nuestros relojes marcaban casi las 15:00 después de haber recorrido 34,95 km en 3h 58’ de pedaleo y tres prácticamente parados, contemplando el paisaje, echando fotos, descansando y disfrutando de la compañía de los CoyotesBikers. Esta vez no pudimos llegar, pero tenemos que volver, sobretodo porque se lo prometimos a nuestro amigo GICA y así lo haremos.



Una ruta dura y algo técnica en la bajada, pero muy recomendable, más si al final te espera en Ventolà el último repecho del día a base de embutido y demás.